Cuando le preguntamos a nuestros pacientes por qué decidieron ingresar para realizar un tratamiento de recuperación las respuestas suelen coincidir: “porque no era feliz”.
Esto es lo que nuestro protagonista de hoy, afirma de forma tajante, él está realizando una rehabilitación para superar su adicción al consumo de sustancias tóxicas.
Previamente a la recuperación su vida solo consistía en consumir. No podía parar de hacerlo a pesar de que no se sentía satisfecho ni conforme con su vida. Él mismo se daba cuenta de que no era la persona que quería ser y que estaba causando daño a sus seres queridos, eso era lo que más le dolía, el no poder mirar a sus hermanos, hijos o pareja a los ojos.
Decidió que ya no quería priorizar el consumo en su vida y descubrió que, gracias al tratamiento, la recuperación es posible y le está cambiando la vida. Ahora se ha dado cuenta de que puede volver a disfrutar de sus hijos y pareja, que ha dejado de consumir y puede vivir perfectamente sin droga.
A todos los que se encuentran en una situación parecida a la suya antes del tratamiento les diría que:
“La vida es maravillosa cuando dejas de consumir”
“Puedes recuperar tu vida y a tus seres queridos”
“Hay un antes y un después tras el tratamiento”