Magnus Huss en 1849 creo el término alcoholismo, como enfermedad del cerebro.
La auténtica importancia de esta aportación terminológica es que al etiquetarla con el «ismo» final la dotaba:
- De la consideración de ser una enfermedad, según el modelo científico natural clásico de las ciencias médicas.
- De la inesperable condición de constituir un problema social.
- De la posibilidad de ser simultánea e integralmente estudiada bajo el modelo también de las ciencias culturales, y permitir así la intervención de otros investigadores implicados en el problema (desde químicos y enólogos hasta psicólogos, sociólogos, toxicólogos, juristas, etc).
En función de las consideraciones anteriores (biológicas y culturales) y del indudable peso económico que, desde la producción a la comercialización, significa socialmente la industria y el consumo de alcohol, se propone, en 1967, por Fouquet la noción de alcohología para designar a: » la disciplina consagrada a todo lo referente al mundo del alcohol etílico: producción, conservación, distribución consumo normal y patológico, con las implicaciones de este fenómeno, causas y consecuencias, ya sea social, económico y jurídico; ya sea a nivel individual: espiritual, psicológico y somático. Esta disciplina adopta los métodos de conociendo de las principales ciencias humanas, económicas, jurídicas y médicas, y encuentra en su evolución dinámica sus propias leyes».
Tabla 1. Pilares científicos de la alcohología |
Factor en la secuencia
etiopatológica |
Estudiado por | Contenidos |
Factor modular personal | Psicología | Patogenia, personalidad:
Vulnerabilidad individual, pruebas diagnósticas, métodos psico-terpéuticos |
Factor funcional | Biología-fisiología
farmacología |
Metabólicos (características enzimáticas), procesos de tolerancia y neuroadapatación, pruebas diagnósticas. |
Factor modular
Ambiental/cultural |
Sociología | Pautas culturales, factores de riega ambientales, medidas de prevención, asistencia y tratamiento comunitario. |